23 de mayo de 2012

Menores maltratadores


José Chamizo es Defensor del Menor en Andalucía. En su informe sobre la situación en 2011 advierte de un nuevo grupo de menores maltratadores, el de aquellos que no aceptan las limitaciones de bienes materiales impuestas por las familias. Este cuarto grupo se añade a los tres ya existentes:

1. Menores que maltratan a los padres por algún tipo de adicción.
2. Aquellos que lo hacen por algún tipo de trastorno de conducta.
3. Los que son violentos a causa de una (mal)educación permisiva.
4. Menores que no aceptan limitaciones en el gasto y roban a sus padres o exigen dinero para sus caprichos y fiestas.

Han aumentado las llamadas al defensor del menor alertando sobre este cuarto tipo de violencia familiar.

El maltrato puede ser físico: patadas, tortas, puñetazos, empujones, mordiscos; o psicológico:  insultos, amenazas y humillaciones.



Menores abandonados

La población menor de 18 años en Andalucía es de 1.648650, de los que 118.906 son menores extranjeros.
6419 están bajo guarda o tutela de los poderes públicos
2795 menores son acogidos en residencias
705 son acogidos por familias distintas a la natural

Menores conflictivos

Las actuaciones judiciales en menores han ascendido a 7628. Los chicos en tratamiento para la desintoxicación de alcohol y otras drogas llegan a 633. Un 26,3 % de los jóvenes entre 14 y 15 años consumen alcohol los fines de semana, un 1,3% todos los días. Entre 16 y 17 años toman alcohol los fines de semana un 48,8 %, y el 3,8 % todos los días.

Han aumentado las quejas y expedientes tramitados respecto al año anterior, 1298 frente a 964. Las provincias con más quejas contra adolescentes son Málaga, Sevilla y Cádiz. Las provincias de Huelva, Almería y Jaén, las que menos.

Crisis económica y familias

La crisis económica está provocando la desatención de los menores, aumentando la marginalidad y exclusión de determinadas familias al desdibujar las fronteras entre el bienestar y la pobreza que se está extendiendo a las clases medias. El Defensor del Menor ha manifestado su preocupación por la reducción de fondos para la prevención de conductas disruptivas de menores en riesgo social y por los extutelados que salen de centros de acogida y no encuentran trabajo.

¿Cómo es posible que los hijos maltraten a los padres? Los expertos aseguran que este tipo de conductas son reforzadas positiva y externamente porque los adolescentes se habitúan a conseguir lo que quieren (ropa, cachivaches, privilegios) mediante la violencia verbal o física. Algunas madres acaban dándole dinero al hijo o la hija “para que no la monten”. Ante una negativa, el adolescente se pone muy agresivo hasta que “se sale con la suya”. La desestructuración de muchas familias, el sentimiento de culpa o la falta de autoestima de las madres genera en los jóvenes sentimientos incontrolables de rabia, fracaso, frustración, sin que posean las habilidades sociales suficientes para dar salida positiva o controlar estos “resentimientos”.

¿Qué hacer con un menor que agrede a sus padres? La Fiscalía General del Estado ha publicado una circular en la que aconsejaba para los menores maltratadores en el ámbito familiar la libertad vigilada, el alejamiento o la convivencia con un grupo familiar o educativo como opciones a la privación de libertad, idea que respaldan los jueces, fiscales y expertos en conductas antisociales. El acento hay que ponerlo en la educación desde la más temprana edad. Padres y educadores deben inculcar en los niños que valores como la tolerancia y la dignidad humana no son meras palabras.

Hace unos años el perfil dominante del maltratador infantil era el de varón contra madre. Sin embargo, en los últimos años  se tiende a una mayor equiparación entre el número de chicos y chicas agresivas. Ha disminuido la edad de los hijos que dominan a sus padres hasta casi los 5 años. Se habla del “síndrome del emperador”. Por lo menos ya se habla públicamente de un tema para el que muchas familias no pedían ayuda, tal y como ocurrió en un principio con la droga.

Para el psicólogo de la Fiscalía de Madrid Javier Urra la solución es “educar en el esfuerzo”, ante un problema que surge, entre otros motivos, porque muchos padres “no quieren ser adultos”, se quitan entre ellos la autoridad. Muchos  divorciados “no tienen fuerza moral” para ejercer la autoridad y, así, los hijos no reciben normas adecuadas y se vuelven “dictadores”. Madres amenazadas que duermen con el pestillo echado de su dormitorio, que reciben insultos sin venir a cuento y que son agredidas por no comprarles lo que quieren a sus hijos maltratadores son algunos casos que llegan a los juzgados. Además -añade-, cuando un hijo ve que un padre maltrata a su madre repite el mismo comportamiento hacia ella y lo hará más adelante con su pareja.

Señales de un maltratador:  mentir, ser desafiante, las fugas, las agresiones e incluso los robos son comportamientos que predicen la posibilidad de que un menor se convierta en un delincuente juvenil, incluyendo al maltratador de sus padres, según el catedrático de Psicología Clínica de la Universidad de La Laguna (Tenerife) Wenceslao Peñate. Las variables familiares que suelen rodear a los adolescentes maltratadores son: mala salud de los padres, ausencia de los progenitores, poca disciplina, padres delincuentes o agresivos y escasa supervisión.

¿Es la sociedad la culpable de que los menores se conviertan en maltratadores sin escrúpulos? ¿Son los padres “vagos” a la hora de educar a sus hijos? ¿Tienen las leyes de protección de los menores parte de culpa en que el joven se vea blindado ante la justicia?


EL MALTRATO POR LOS MENORES.
 Hay padres, muchos, que están viviendo un infierno en casa, maltratados por sus hijos adolescentes e incluso niños. Según datos del Ministerio de Asuntos Sociales se están equiparando las denuncias a progenitores que golpeaban a sus hijos con las denuncias en las que los hijos son agresores y los padres las víctimas. Según la Fiscalía General del Estado, se está disparando este tipo de denuncias en un 28% anual.
No son infrecuentes los casos de niños de 12 años que echan mano de un cuchillo para acorralar a su madre porque no les deja salir el viernes por la noche.
En una macroencuesta del Instituto de la Mujer, 80.000 españolas reconocían ser maltratadas por sus hijos. Mayoritariamente atribuyeron la conducta agresora de sus hijos a la educación permisiva, la crisis de valores y la pérdida de autoridad en la familia.
Los expertos consultados coinciden con ellas a la hora de ubicar las raíces del problema. Se trata, fundamentalmente, de niños malcriados en la primera infancia, a los que los padres no han puesto límites. Destacamos algunas declaraciones aparecidas en El Mundo: «En los últimos tiempos se le ha dado al niño un poder inaudito, es el dueño del hogar, el que decide desde que llega del colegio qué se ve en la tele, si los padres salen de casa o no... La sociedad está entronizando a los niños». (Nora Rodríguez, pedagoga, autora de ¡Quién manda aquí!).
«La carencia de límites está dando lugar a un niño insatisfecho, rebelde, plenamente autónomo, que con siete años quiere imponer sus criterios, que insulta, incluso agrede, que se cree el dueño absoluto del terreno que pisa. Ante esta situación, los padres, incapacitados para responder, ceden, y no hacen así sino acrecentar el poder de ese niño o niña». (José Luis Calvo, presidente de Prodeni).
Paradójicamente, las víctimas (los padres) son, según los especialistas, los involuntarios causantes de la agresividad que exhiben sus hijos. Hace tiempo que soltaron las riendas de su educación y dejaron ésta en manos de un entorno totalmente dominado por el consumo y el ocio, donde los progenitores pueden resultar hasta un estorbo. «Los padres son vistos como parásitos, elementos molestos que limitan la vida de máxima libertad que los chicos quieren. Son enemigos a los que muchas veces hasta se quiere destruir».
Este retrato que dibuja José Luis Calvo de un niño frustrado cuando no se le da lo que quiere coincide con el perfil que esbozan las encuestas. Una realizada por la ONG Save The Children y la Universidad Autónoma de Madrid arroja los siguientes datos sobre la infancia española: el 56% cree que le imponen limitaciones a la hora de disfrutar del ocio, el 32% siente un trato irrespetuoso por parte de los adultos, el 25% no se siente libre... En Argentina la Fundación del Mañana hizo esta pregunta a los adolescentes: «¿Cuándo ves un producto en televisión y quieres comprarlo y tus padres te dicen que no, qué sientes?». Algunas de las respuestas fueron del siguiente corte: «Me dan ganas de matar a mis padres» (chico de 13 años), «los odio» (chico, 16), «ganas de romper la TV» (chico, 13), «bronca» (chica, 15), «que no me quieren» (chica, 14).

Comente el siguiente texto: 

Todo empezó cuando mis largas horas en la oficina me impedían estar con mi hijo todo lo que quería. Me sentía culpable y empecé a hacerle regalos. Cada día un regalo para que me perdonase por volver tan tarde del trabajo.

Luego le fui consintiendo insultos, rabietas, malas notas, ... yo debía tener la culpa porque no le sabía educar.
Las peticiones de regalos o los estrenos de películas se convirtieron en exigencias que no podía contener. O claudicaba y compraba lo que quería o se enfurecía de un modo que no podía soportar.
Cuando me quise dar cuenta de que era un malcriado, me encontré frente a un hombre de 25 años que no quiere estudiar, no quiere trabajar, me exige más dinero del que puedo darle, se droga, me insulta y por último ha empezado a pegarme.

Vídeo sobre el tema. Documentos TV "Chicos maltratadores": 

http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-hijos-maltratadores/122215/

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